Que paja!

Nada no he podido, no me he animado a escribir de nuevo. Hoy me pase todo el dia de nuevo pensando en DS. Pero esta vez ha sido diferente. Ya no lo quiero, ya no lo deseo y el solo hecho de que me pueda tocar me enferma. Es cierto que del amor al odio solo hay un paso y todo depende de que si el me sigue molestando o no. Si ya se que hace tiempo que me vengo quejando de su trato y yo de huevona no termine de pararlo. Pero me ha tomado una superacion de mi estima para poder decirle no con conviccion. Llegue de mi viaje y el muy perro no me habia llamado, ni me llamo tampoco para mi llegada, paso una semana antes de que me dirigiera la palabra para decirme que queria verme antes de irse de vacaciones y sin embargo esa noche no me llamo.
Me deprimi un poco el dia siguiente, le lleve la cajita tallada de caoba que le compre en mi viaje, era un cangrejo en rompecabezas, apenas me costo 3 dolares pero era muy bonita. Se la di, y el como cosa usual, me lo agradecio y la puso a un lado de su escritorio. Tenia que pasar por alli otra vez, y le pregunte si la habia abierto, no, me respondio. Asi que le dije que tenia que abrirla. AL final del dia, cuando no quedaba casi nadie en la oficina me llamo, y me pregunto porque lo habia hecho... porque le habia devuelto los zarcillos de Aguamarina que me habia regalado y le conteste que cuando una persona recibe algo que ha sido exigido o forzado, en realidad no es suya, y que lo correcto es devolver ese algo a su dueño... que si pudiera le devolveria las dormilonas, los sostenes los hilos dentales de Victoria Secret, pero sabia que eso lo sacaria de sus casillas y que ademas el era demasiado falto de imaginacion para poder deshacerse de esas prendas antes de llegar a su casa. Me dijo que lo estaba hiriendo, que yo no le habia forzado a darme nada. Le dije que ya no me importaba , que no los queria; debi tomarlos en ese momento y hecharlos frente a su cara en la misma basura. Me pregunto si era el fin y le dije que si y que no queria hablar mas del asunto.

El dia antes de irse de vacaciones me llamo a su oficina de nuevo, dijo, tenemos que hablar, y le dije que no habia nada de que hablar, que el tiempo de hablar ya habia pasado. Trato de excusarse por no llamarme y lo interrumpi enseguida, le dije que ya no queria oir sus excusas. Que esta vez era la gota derramando el vaso. Casi llore, le dije que el me habia hecho sentir muchisimo mas de lo que podia imaginar, pero no se si lo entendio, porque no quise decirle que casi me enamoro de el. Le dije que no queria oir de nuevo sus insinuaciones de sexo, que no queria que me tocara de nuevo y desde ese mismo instante nuestra relacion era solamente laboral. Me pidio un ultimo beso pero se lo negue, me pidio un abrazo y tambien se lo negue, me pidio chocar las manos y lo mire con desconfianza, me dijo seremos amigos no? y pense tu jamas has sido amigo mio, chocala quedemos amigos le dije que no. NO? seremos enemigos entonces. Me acerque y le di la mano.. solo porque es mi jefe, pero mi cara no oculto mis emociones.
Ya han pasado tres semanas, el Jueves me imploro que lo dejara venir a mi casa, que me daria lo que le pidiera.... pense en la nevera que me costara$$$ en los otros $$$ que pagare por un tutor para mi hijo, pense en las vacaciones que seguramente me costaria a mi pesar otros $$$$$ y en cuanto querria visitar a mi familia en las Navidades. Todo paso por mi mente en fracciones de segundos, y la respuesta fue igualmente rapida "hay muchas cosas que podria pedirte" dimelo, dimelo, te juro que te lo doy. Y le dije que no, que no me venderia. Me pidio que no le cerrara las puertas y le dije que habia sido el el que las cerro. Le di las buenas tardes y lo deje.
Luego lo llame y le dije, anda encuentrate otra a ver si la consigues tan leal, conveniente y economica como lo habia sido yo, y que no fuese a tocarle la puerta a la esposa sobre todo. Me daria muchisimo gusto que se consiga otra amante, en realidad si. Y me siento tan bien de no desearlo mas, lo he pensado, he buscado dentro de mi esa parte que me hacia derretirme en mis pantaletas. Pero lo que antes me ponia a punto de miel ahora me para los pelos.