domingo, marzo 11, 2007

La fiesta

Natasha vestia su falda blanca y una blusa purpura que incitaba a la imaginacion. El club de la universidad era su fuente de diversion y esta fiesta no se la perderia... no conocia a la gente pero John su compañero de clase estaria alli para acompañarlos y John era muy gentil ademas se parecia a Tony Danza. Pero a ultimo momento Albert no quiso ir a la fiesta. Que chasco, hecharse para atraz al momento de salir de la casa. Natasha no se iba a quedar asi, si su esposo queria quedarse y no hacer nuevos amigos en este pueblo, ella no tenia por que seguirle los pasos, asi que se despidio de el y se fue a la fiesta del club.

Era una noche agradable y la mayoria estaban sentados afuera, John le enseño la cocina de su amiga y le sirvio un chardonney. Que sonrisa tan hermosa la de John, quien diria que hubiese tenido una vida tan tragica en su infancia.
La casa era pequeña pero muy calida, de paredes amarillas y muebles caoba. Natasha tuvo que subir por las escaleras para desahogarel liquido acumulado. Al subir se encontro primero con una habitacion grande con una inmensa pintura abstracta sobre la cama, pero luego se dio cuenta que el baño estaba a travez del otro cuarto.... un Jack and Jill que se abria a las dos habitaciones. Natasha medito hacerca de la cercania con que John le hablaba, como su mirada se fijaba en ella y por un momento se imagino a Jonh entrando por la puerta opuesta del baño y empujandola contra el mostrador. John le provocaba curiosidad y sentimientos de culpa. Al terminar salio al cuarto y espero alli con la esperanza de que John la buscara... pero despues de unos minutos volvio al piso principal. El estaba alli al principio de la escalera... casualmente. Los dos sabian que se deseaban, pero no se habian atrevido nunca siquiera mencionarlo.
De repente, ya no era tan divertido estar alli, ya no importaba la actitud de la gente y Natasha no quiso quedarse mas. Tomo su copa de vino y se dirigio arriba de nuevo, solo que esta vez continuo por las escaleras hasta la azotea de la casa. La noche era oscura y desde la azotea se veian las luces que marcaban el limite del pueblo, hacia una brisa salada y las risas de los invitados se oian de vez en cuando evaporandose con el vaiven del mar. Natasha se inclino contra la pared con sus brazos cruzados sobre ella. Entonces sintio el calor de sus manos en su cintura y cerro los ojos. Su aliento tibio acariciaba la piel de su cuello y luego sus labios la rozaron. Poco a poco se sintio cubierta de besos calidos y humedos. Las manos se paseaban por sus hombros, sus brazos y saltaron a su pecho abrazandolos en las copas de los dedos. Natahsa conocia el olor de su perfume y podia reconocer los labios gruesos aun teniendo sus ojos cerrados. Ella tomo las manos de John y lo ayudo a subir la falda. La piel de sus gluteos era tan suave como lo demas y el pequeño hilo entre los dos montes no fue mas que un pequeño obstaculo para sus dedos.John la empujo mas sobre la pared y presiono contra ella su miebro caliente y duro y ella lo tomo con una mano y lo guio adentro suavemente, lentamente hasta que ya no podia entrar mas. John la tenia por las caderas con sus manos y mientras la penetraba besaba su cuello y respiraba fuertemente contra ella. Natasha no se dio cuenta de cuando su propia respiracion se hizo mas fuerte y mas notable, pero John movio su mano y la puso sobre su boca ahora que la estaba cogiendo con mas fuerza. Natasha queria gritar, su mano bajo hacia su clitoris y sin querer tropezo la copa de chardonney que fue a parar sobre el banco derramando el poco liquido que le quedaba. Pero a quien le importaba el vino, su coño y su mente estaban a punto de explotar, sintio como John pausaba sus movimientos y sintio los espasmos de su eyaculacion... el calor de su semen termino por hacerla cruzar al extasis. John empujo de nuevo una vez, dos veces y luego se quedo alli mientras su miembro se derretia dentro de ella, las risas de nuevo y el mar.

Natasha se despidio de el una tarde en el gimnasio, lloro con este muchacho, y le pidio que nunca mas se vieran. Despues de todo ella era casada y no podia soportar tener tantos pensamientos sobre el. El la miro con trizteza y le dijo que la entendia. Y ella se preguntaria toda su vida... que tal si el la hubiese seguido de verdad a la azotea.

1 Comments:

Blogger Kostas K. said...

Ella se lo perdió, y él también, desde luego pero ella, nunca sabría lo que era probar otro bocado distinto del que, parece ser, se sentía cansada.

Besos a bocados, muy bocados

11:39 a. m.  

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